La grasa localizada generalmente es difícil de eliminar aún con dietas y ejercicios. Estas cremas reductoras son un ayuda colateral para combatirla.
Hay que tener claro que no ayudan a bajar de peso, sólo combaten cúmulos de grasas en áreas problemáticas.
El éxito del tratamiento suele ser visible tras varias semanas de uso.
Para mejores resultados dbes tener disciplina y ayudarte con una dieta sana y un plan de ejercicios.
Receta 1
Ingredientes:
- 1 taza de sal de Epsom
- 1 taza de sal de mar
- 1 taza de bicarbonato de sodio
- 3/4 galon de agua caliente (dos litros)
Preparación:
Mezcla todos los ingredientes. Pon esta mezcla en una olla grande y ve echando poco a poco el agua caliente al mismo tiempo que vas revolviendo. Puedes agregarle una gotas de lavanda para que tenga un olor agradable.
Pon a remojar tiras de franela o toallas en la solución. Exprime las tiras y envuelve poco a poco las zonas que deseas rebajar. Ponte un traje de hacer ejercicio. Manténte en movimiento mientras la tengas puesta, al menos 30 minutos. Báñate después con agua tibia.
Receta 2
Ingredientes
- 1 cucharada de yodo blanco para uso externo
- Crema humectante para el cuerpo
Preparación
Añade el yodo al frasco de crema y mezcla bien para que se integre. Aplica esta crema reductora, antes de acostarte, sobre la zona que deseas reducir con masajes circulares para incrementar su penetración y la cirulación de la zona. Colócate una faja encima y deja que actúe durante toda la noche. Dáte una ducha de agua tibia en la mañana.
Receta 3
Ingredientes:
- 1 taza de café instantáneo
- 1 taza de azúcar
- 2 tazas de aceite de oliva
- Extracto de regaliz
Preparación:
Coloca el café, el azúcar y el aceite de oliva en una procesadora o licuadora, y licúa hasta que todos los ingredientes se integren por completo (especialmente el azúcar), formando una mezcla homogénea y cremosa. Ahora añádele el extracto de regaliz y continúa procesando por unos segundos más. Aplícala con masajes circulares profundos en la zona deseada y déjala por unos 30 minutos. Termina con un baño de agua tibia. Guarda la crema resultante en un frasco y reservala en el refrigerador.
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