El vestido negro no debe faltar en tu clóset. Es la prenda clásica por excelencia. Es eterno, atemporal e indispensable ya que combina con todo y además estiliza y afina la figura.
Este clásico vestido fue lanzado por Coco Chanel en 1926 e inmortalizado por Audrey Hepburn en la película desayuno con diamantes. y no ha dejado de usarse nunca más porque tiene la ventaja de que podemos transformarlo desde un simple vestido a uno de gran gala, basta combinarlo con los accesorios adecuados.
Puedes ir a la oficina vestida con un sencillo vestido negro y si le agregas un pañuelo de seda al cuello, un cinturón dorado o un collar de perlas, lo transformarás en el atuendo adecuado para asistir a cualquier evento nocturno.
Puedes usarlo en cualquier estación del año. Queda perfecto con unas sandalias doradas en el verano o acompañarlo de unas medias, unas botas o una chaqueta en invierno.
Combina bien con todos los colores, ya sea en zapatos, carteras, pañuelos, cinturones. Es importante que no uses más de uno o dos accesorios, para no opacar tu vestido, que debe ser el protagonista.
Se puede tener más de uno, pero si ese no es el caso, no te lleves de la tendencia del momento, elige uno de corte clásico y de una buena tela, que con el cuidado adecuado, lo podrás conservar por muchos años, cambiándole la cara con los accesorios apropiados.
Imágenes: Lolo; Norstrom;simply dresses; Pinterest
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